La pareja es un vínculo afectivo que genera unión, diversos valores y que es conducido a través del camino del amor; pero ¿Qué pasa cuando el amor se hace a un lado y llegan las discusiones diarias?
Viéndolo desde una perspectiva psicológica es completamente normal, la parte difícil recae en que aún no entendemos a las personas en su complejidad, por lo que muchos pasamos por alto el hecho de que no todos pensamos igual.
En la psicología profunda existe un proceso necesario, la individuación, ¿Qué es esto?, es un proceso en el que permites que tu inconsciente se manifieste para que entiendas y comprendas el porqué de todas las manifestaciones físicas y emocionales en las cuales se traducen tus miedos, frustraciones, depresiones, problemas y que todo esto es necesario para entender y crecer como individuo. Una vez que dejas en libertad a tu inconsciente, serás capaz de entender por qué tu pareja siente y piensa de manera diferente y lo más importante, que no está mal su manera de sentir ni de pensar. Además de entender, se es capaz de poder moverse libremente por distintos caminos que antes nos afectaban, lo que genera una mayor comprensión y un fácil movimiento hacia posturas diferentes de las propias. No significa que tú erradicarás tus pensamientos y tu forma de ser, la que te ha ayudado a adaptarte al mundo, sino que a medida que tú profundizas, el mundo adquiere un sentido y un significado que antes no poseía. La pareja es el aliento que te llega cuando estás a punto de abandonarte, la pareja es el ánimo de un sí se puede, la pareja es amor principalmente donde se cultiva toda una vida, pero que a veces tendemos a dejar colapsar por el afán que hoy en día se tiene de querer que todos nos entiendan y por el menosprecio de las actitudes y pensamientos del otro, es decir por el afán de vivir con el ego. El creador de la psicología profunda es: C.G. Jung.