La ansiedad es un padecimiento totalmente emocional, con síntomas físicos, que se puede tratar en Terapia Psicológica, sin medicación.
El miedo… ni se entiende ni se reconoce, solo se siente y sus síntomas son tan desagradables, que queremos huir, y entre más lo intentamos, los síntomas corporales aumentan, a estos “síntomas” les conocemos o diagnostican como ansiedad.
¿Qué es el miedo?
El miedo es una señal de peligro que hace que mi cerebro produzca una fuerte cantidad de dopamina, para salir corriendo de una situación de peligro.
Cuando no existe un agresor o enemigo y no salgo corriendo, toda esa dopamina se queda en mi cuerpo queriendo salir, como una olla a presión, causa una serie de síntomas que me generan más y más miedo, y los síntomas aumentan, sin entender qué me pasa.
Es entonces que mi cerebro empieza a ser creativo y a inventar enfermedades como pueden ser un infarto, algo en mis pulmones que no me permita respirar, etc., cada quien es capaz de crear con mente catastrófica, cualquier cantidad de más síntomas, hasta llegar al hospital.
Es el miedo el que paraliza, asusta y crea incertidumbre. La mente catastrófica es variable en cada ser humano, en función a la capacidad de crear. Cuando mi mente obedece va creando más sensaciones, que me reafirman que podría estar teniendo un ataque.
Y ¿a qué le tenemos miedo?
Miedos reconocidos:
- A morir, el mayor de los miedos…
- A ser asaltado,
- A un temblor,
- A quedarse sin dinero, etc.
- A que mi pareja me deje
Miedos no reconocidos, que pueden ser causas de ansiedad y angustia:
Miedo a no ser “bueno”. Ser bueno es un modelo aspiracional en algún aspecto de mi vida en el cual me exijo. Este es el origen de casi todos los miedos no reconocidos, y aquí es donde vamos a reconocer a la culpa, como la madre de todos estos miedos:
- A no ser amado
- A no ser aceptado
- A no ser reconocido
- A no ser suficientemente inteligente, educado, agradable, guap@, bien vestido, bien peinada, delgado, alto, blanco, bronceado, etc.
Hay casi tantos miedos, como seres humanos…
Miedo, ansiedad y culpa van de la mano causándole al ser humano los mayores tropiezos. Entonces empieza la necesidad de diagnosticar, consumir, de la mercadotecnia, que hoy nos vende enfermedades para hacernos consumidores eternos de medicamentos, buscando la “pastilla milagrosa” que me va a curar estos síntomas físicos que son tan “desesperantes”, “angustiantes”, el “curso” milagroso que me enseñe a estar bien… En el camino la gente va y viene del hospital y las mil soluciones… Mucho gasto de energía y dinero..
Afortunadamente sí existe solución y es aquí el trabajo serio y responsable de un profesional, con experiencia en este tema quien puede ayudar.
Avalo todo lo dicho y agradezco la ayuda que me brindaste. Tratable claro q si y con un profesionista más.
Muchas Gracias Xóchitl, te mando un fuerte Abrazo!!
Gran artículo de blog. ¡No se podría escribir mucho mejor!
Muchas Gracias